Para beneficiarse de una psicoterapia no es necesario padecer un trastorno clínico.
En la mayor parte de las ocasiones una persona se siente mal, al margen de cumplir o no determinados criterios diagnósticos, y eso es lo que tenemos en cuenta. Cuando alguien se siente mal intenta cambiar la situación que le molesta y muchas veces esto es suficiente. Pero hay ocasiones en que, por más que uno lo intenta o echa mano de su familia y red social más inmediata, no consigue mejorar ni cambiar su situación. En este caso, la intervención de un psicoterapeuta que pueda aportar una visión externa y distinta puede ser útil a la persona para enfocar las cosas de manera más eficaz y así lograr sus metas, cambiar su perspectiva y eliminar o reducir su sufrimiento.